viernes, 22 de octubre de 2010

EL RUIDO DE LA CARROZA

VALOR EDUCATIVO
"EL BIEN NO HACE RUIDO. EL RUIDO NO HACE BIEN"

IDEA Y ENSEÑANZA PRINCIPAL
Hablar con su hijo es mejor que hablarle a su hijo: Existe una estrecha relación entre el modo de hablar y el de escuchar.

Cierta mañana, mi padre me invitó a dar un paseo por el bosque y acepté con placer.

Se detuvo en una curva, y después de un pequeño silencio, me preguntó:

- Además del cantar de los pájaros, ¿qué más escuchas?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

- Estoy escuchando el ruido de una carroza.
- Eso es - dijo mi padre -. Es una carroza vacía.

Pregunté a mi padre:
-¿Cómo sabes que es una carroza vacía, si aún no la vemos?

Entonces mi padre respondió:
- Es muy fácil saber cuando una carroza está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carroza, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación del profesor o de las personas, inoportunamente, presumiendo de lo que tiene (y lo más seguro no tiene nada), de sentirse prepotente y minusvalorando a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carroza, mayor es el ruido que hace".

Lic. NORBERTO VELASQUEZ S.
Vitaminas diarias para el espíritu
Centro de orientación para Escuelas de Padres
Ediciones Paulinas.
HUMBERTO A. Agudelo C.

miércoles, 6 de octubre de 2010

LECTO ESCRITURA DESDE INTERNET COMO INTEGRACION DE LAS TIC

El valor de los cuentos como parte de la educación y la vida familiar.

La mayor ventaja educativa, sin duda ninguna, es la capacidad que tiene un cuento de transmitir valores.

Quizás no hayamos reparado conscientemente en ello, pero si lo analizamos, la mayoría de los valores más firmemente arraigados en nuestra propia personalidad llegaron a nosotros de la mano de algún cuento: los 3 cerditos, por ejemplo, nos inculcaron la importancia de trabajar bien; la tortuga y la liebre nos mostraban que la constancia y la modestia tenían su fruto; y la cigarra y la hormiga nos hicieron ver que era más rentable trabajar que ser un holgazán.



Ahora disfrutemos el siguiente cuento de valores:


A la caza de sonrisas
Valor Educativo
Perseverancia y paciencia

La princesa de las hadas estaba enferma, y aunque los médicos no descubrieron el problema, dos pequeños dragones descubrieron que lo que la había puesto enferma es que ya nunca veía sonrisas.

Así que empezaron a buscarlas por toda la tierra, pero no las encontraron, y viajaron volando por todos los planetas y estrellas en busca de sonrisas. Y viajaron tanto y tanto sin encontrar ninguna, que uno de ellos decidió dar la vuelta para estar con la princesa cuando muriese.

Pero el otro decidió seguir, y justo en el siguiente planeta al que se dirigió, uno pequeño y oscuro que ni se veía, encontró que todas las sonrisas del mundo estaban allí reunidas haciendo una fiesta. El dragón les contó lo que pasaba, y sin dudarlo millones de sonrisas le acompañaron en su viaje de vuelta, y en cuanto la princesa de las hadas vio tantísimas sonrisas, recuperó su alegría y su salud.

Y el primer dragón, aquel que se había dado la vuelta, se alegró enormemente de haber tenido un amigo más perseverante y paciente que él mismo.

Por: Pedro Pablo Sacristan