CUENTOS CON VALORES

 

 

 




 

 Tolerancia


Es respetar y aceptar que convivimos con personas, cosas, pensamientos, ideas, hechos, actitudes, que pueden ser muy similares o muy distintas a lo que nos gustaría que fueran.

Y que aunque no nos gustaran, debemos aceptar que son nuestras compañeras, nuestras convivientes, pues también queremos que los que están en esa otra posición nos acepten y respeten a nosotros tal como somos, aunque no les gustemos a ellos.

Pero esta aceptación tiene sus límites. Hay cosas que no pueden tener ninguna tolerancia, es decir son de CERO tolerancia, y no se les puede aceptar su existencia, más bien debe de lucharse por erradicarlas de su presencia en la Tierra.

 Esas cosas intolerables son por ejemplo todo lo que genera y lleva al mal.

 Podemos citar entre muchos al narcotráfico, al tráfico de personas, la violencia en todos sus aspectos, la drogadicción, la criminalidad, la esclavitud, los abusos de cualquier índole, la burla a las decisiones mayoritarias de los ciudadanos, las dictaduras políticas, el terrorismo, las mafias, las bandas delictivas, los políticos y negociantes corruptos, las guerrillas criminales, los ejércitos despiadados, los religiosos extremistas que no aceptan que alguien pueda tener otra religión o no tenerla, la contaminación ambiental, el engaño, la mentira, y en general todos los males que nos rodean y que incluso muchas veces llevamos adentro de nosotros mismos dándonos o no dándonos cuenta de ellos.

Seamos siempre tolerantes con quienes discrepamos, pero también  seamos siempre intolerantes con las fuerzas del mal.

 

http://tolerancia.d6ok.com/

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La invitación para el Gran Baile

Valor Educativo

Orden

 

 

 

Elementos principales

Idea y enseñanza principal
Un príncipe recibe una invitación importantísima a un baile, pero no la encuentra entre el desorden.

Ambientación
Tradicional de un cuento de hadas

Personajes
El príncipe, el Rey, la Reina, y la princesa del reino vecino

 


Un príncipe terriblemente desordenado nunca hace caso a sus padres cuando le piden orden.

La princesa del reino vecino, de la que está enamorado en secreto, organiza un gran baile e invita a todos los príncipes de los alrededores.

El príncipe está emocionado y lo prepara todo con esmero, pero el día del baile no encuentra la invitación entre el desorden de su cuarto.

La busca desesperado y no la encuentra, y al final decide ordenar todo su cuarto, encontrando la invitación justo encima de la mesa.

Para cuando llega al baile ya se marchaban todos y se vuelve muy triste y habiendo aprendido la lección.

 Pero tuvo suerte, y como no encontró novio, la princesa repitió el baile poco después, y como esta vez tuvo todo ordenado, no perdió la invitación y pudo conocer a la princesa, que también se enamoró de él.

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Los malos vecinos

Valor Educativo

Comunicación
 




Había una vez un hombre que salió un día de su casa para ir al trabajo, y justo al pasar por delante de la puerta de la casa de su vecino, sin darse cuenta se le cayó un papel importante.

Su vecino, que miraba por la ventana en ese momento, vio caer el papel, y pensó:
- ¡Qué descarado, el tío va y tira un papel para ensuciar mi puerta, disimulando descaradamente!

Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera junto a la puerta del primer vecino. Este estaba mirando por la ventana en ese momento y cuando recogió los papeles encontró aquel papel tan importante que había perdido y que le había supuesto un problemón aquel día.

Estaba roto en mil pedazos, y pensó que su vecino no sólo se lo había robado, sino que además lo había roto y tirado en la puerta de su casa. Pero no quiso decirle nada, y se puso a preparar su venganza.

 Esa noche llamó a una granja para hacer un pedido de diez cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la dirección de su vecino, que al día siguiente tuvo un buen problema para tratar de librarse de los animales y sus malos olores.

Pero éste, como estaba seguro de que aquello era idea de su vecino, en cuanto se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.
Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutuamente, cada vez más exageradamente, y de aquel simple papelito en la puerta llegaron a llamar a una banda de música, o una sirena de bomberos, a estrellar un camión contra la tapia, lanzar una lluvia de piedras contra los cristales, disparar un cañón del ejército y finalmente, una bomba-terremoto que derrumbó las casas de los dos vecinos...


Elementos principales

Idea y enseñanza principal
No debemos juzgar las intenciones de los demás ni inventarlas. Hablando es como se entiende la gente y se aclaran multitud de problemas



Ambientación
Las casas de dos vecinos



Personajes
Dos vecinos



Ambos acabaron en el hospital, y se pasaron una buena temporada compartiendo habitación. Al principio no se dirigían la palabra, pero un día, cansados del silencio, comenzaron a hablar; con el tiempo, se fueron haciendo amigos hasta que finalmente, un día se atrevieron a hablar del incidente del papel.

Entonces se dieron cuenta de que todo había sido una coincidencia, y de que si la primera vez hubieran hablado claramente, en lugar de juzgar las malas intenciones de su vecino, se habrían dado cuenta de que todo había ocurrido por casualidad, y ahora los dos tendrían su casa en pie...


Y así fue, hablando, como aquellos dos vecinos terminaron siendo amigos, lo que les fue de gran ayuda para recuperarse de sus heridas y reconstruir sus maltrechas casas.


 




 

La espada pacifista


Valor Educativo

Amar la paz y odiar la guerra





Elementos principales

Idea y enseñanza principal
Dos ideas: que las guerras y batallas no tienen nada de romántico, y que todos, hasta los menos pensados, podemos hacer algo por conseguir la paz



Ambientación
Una batalla entre dos antiguos reinos

  
Personajes
Una espada y los reyes de dos países vecinos


Había una vez una espada preciosa. Pertenecía a un gran rey, y desde siempre había estado en palacio, partipando en sus entrenamientos y exhibiciones, enormemente orgullosa. Hasta que un día, una gran discusión entre su majestad y el rey del país vecino, terminó con ambos reinos declarándose la guerra.

La espada estaba emocionada con su primera participación en una batalla de verdad. Demostraría a todos lo valiente y especial que era, y ganaría una gran fama. Así estuvo imaginándose vencedora de muchos combates mientras iban de camino al frente. Pero cuando llegaron, ya había habido una primera batalla, y la espada pudo ver el resultado de la guerra. Aquello no tenía nada que ver con lo que había imaginado: nada de caballeros limpios, elegantes y triunfadores con sus armas relucientes; allí sólo había armas rotas y melladas, y muchísima gente sufriendo hambre y sed; casi no había comida y todo estaba lleno de suciedad envuelta en el olor más repugnante; muchos estaban medio muertos y tirados por el suelo y todos sangraban por múltiples heridas...

Entonces la espada se dio cuenta de que no le gustaban las guerras ni las batallas. Ella prefería estar en paz y dedicarse a participar en torneos y concursos. Así que durante aquella noche previa a la gran batalla final, la espada buscaba la forma de impedirla. Finalmente, empezó a vibrar. Al principio emitía un pequeño zumbido, pero el sonido fue creciendo, hasta convertirse en un molesto sonido metálico.

 Las espadas y armaduras del resto de soldados preguntaron a la espada del rey qué estaba haciendo, y ésta les dijo:
- "No quiero que haya batalla mañana, no me gusta la guerra".

- "A ninguno nos gusta, pero ¿qué podemos hacer?".
- "Vibrad como yo lo hago. Si hacemos suficiente ruido nadie podrá dormir".

Entonces las armas empezaron a vibrar, y el ruido fue creciendo hasta hacerse ensordecedor, y se hizo tan grande que llegó hasta el campamento de los enemigos, cuyas armas, hartas también de la guerra, se unieron a la gran protesta.

A la mañana siguiente, cuando debía comenzar la batalla, ningún soldado estaba preparado. Nadie había conseguido dormir ni un poquito, ni siquiera los reyes y los generales, así que todos pasaron el día entero durmiendo. Cuando comenzaron a despertar al atardecer, decidieron dejar la batalla para el día siguiente.

Pero las armas, lideradas por la espada del rey, volvieron a pasar la noche entonando su canto de paz, y nuevamente ningún soldado pudo descansar, teniendo que aplazar de nuevo la batalla, y lo mismo se repitió durante los siguientes siete días. Al atardecer del séptimo día, los reyes de los dos bandos se reunieron para ver qué podían hacer en aquella situación. Ambos estaban muy enfadados por su anterior discusión, pero al poco de estar juntos, comenzaron a comentar las noches sin sueño que habían tenido, la extrañeza de sus soldados, el desconcierto del día y la noche y las divertidas situaciones que había creado, y poco después ambos reían amistosamente con todas aquellas historietas.

Afortunadamente, olvidaron sus antiguas disputas y pusieron fin a la guerra, volviendo cada uno a su país con la alegría de no haber tenido que luchar y de haber recuperado un amigo. Y de cuando en cuando los reyes se reunían para comentar sus aventuras como reyes, comprendiendo que eran muchas más las cosas que los unían que las que los separaban.







Los árboles que querían rey

 
Decididos un día los árboles a elegir un rey que los gobernara, dijeron al olivo:
-Reina en nosotros. Y el olivo contestó:


-¿Renunciar yo al líquido aceite que tanto aprecian en mí los dioses y los hombres, para ir a reinar entre los árboles?


Y los árboles buscaron a la higuera pidiéndole:


-Ven a reinar entre nosotros.


Y la higuera respondió igualmente:


-¿Renunciar yo a la dulzura de mis frutos para ir a reinar entre vosotros?


Entonces los árboles dijeron al espino:


-Ven a reinar en nosotros.


Y el espino respondió a los árboles:


-Si en verdad queréis ungirme para reinar entre vosotros, venid a poneros bajo mi amparo, o si no que surja el fuego de la espina y devore los cedros del Líbano!


Moraleja:


Quien no tiene buenos frutos que dar, dará lo malo que tenga para sufrimiento de los que le rodean.


http://www.edyd.com/Fabulas/Esopo/E160Losarbolesquequerianrey.htm












MI AMIGA CARACOLA
(Viaje a la felicidad)

Rosa Pereiro

Óscar era un niño que vivía con sus padres en un pueblecito a la orilla del mar.
Todos los días iba con su perro a pasear por la playa y soñaba con viajar a través del mar y conocer otros mundos que él imaginaba maravillosos...
Un día cuando estaba sentado en la playa vio que su perro «Lotus» traía una caracola entre sus dientes y jugaba con ella. De pronto oyó una voz que decía:
- ¡Por favor sálvame!
Sorprendido se dio cuenta de que la voz salía de la caracola. La sujetó entre sus manos y la acarició. Agradecida la caracola le dijo a Óscar:
- Pídeme lo que quieras que te lo concederé.
- Yo quisiera recorrer el mundo -respondió Óscar-.
Su deseo se cumplió y al instante pasaron por delante de sus ojos todas las imágenes del mundo. Óscar sufrió una desagradable sorpresa porque presenció catástrofes, guerras, hambre, calamidades y se puso muy triste.
Conmovida la caracola le dijo:
- No te preocupes que todo se va a arreglar con mi lluvia de felicidad.
Entonces la caracola envió una lluvia de estrellas por todo el mundo y éste se convirtió en un paraíso donde todo era felicidad, amistad y alegría.
- ¡Qué bonito es todo! ¡Gracias amiga caracola!
http://elhuevodechocolate.com/cuentos/cuento58.htm









LAS SEMILLAS


Valor Educativo

Constancia y tesón. Aprovechar las contrariedades para crecer








ELEMENTOS PRINCIPALES

  • Idea y enseñanza principal
En el camino que nos lleva a  conseguir nuestras metas, y en las dificultades que superamos, muchas veces desarrollamos aquello que nos hacía falta para triunfar.

  • Ambientación:
Una selva

  • Personajes:
4 semillas y unos monos


Hubo una vez 4 semillas amigas que llevadas por el viento fueron a parar a un pequeño claro de la selva. Allí quedaron ocultas en el suelo, esperando la mejor ocasión para desarrollarse y convertirse en un precioso árbol.


Pero cuando la primera de aquellas semillas comenzó a germinar, descubrieron que no sería tarea fácil. Precisamente en aquel pequeño claro vivía un grupo de monos, y los más pequeños se divertían arrojando plátanos a cualquier planta que vieran crecer. De esa forma se divertían, aprendían a lanzar plátanos, y mantenían el claro libre de vegetación.


Aquella primera semilla se llevó un platanazo de tal calibre, que quedó casi partida por la mitad. Y cuando contó a las demás amigas su desgracia, todas estuvieron de acuerdo en que lo mejor sería esperar sin crecer a que aquel grupo de monos cambiara su residencia.


Todas, menos una, que pensaba que al menos debía intentarlo. Y cuando lo intentó, recibió su platanazo, que la dejó doblada por la mitad. Las demás semillas su unieron para pedirle que dejara de intentarlo, pero aquella semillita estaba completamente decidida a convertirse en un árbol, y una y otra vez volvía a intentar crecer. Con cada nueva ocasión, los pequeños monos pudieron ajustar un poco más su puntería gracias a nuestra pequeña plantita, que volvía a quedar doblada.


Pero la semillita no se rindió. Con cada nuevo platanazo lo intentaba con más fuerza, a pesar de que sus compañeras le suplicaban que dejase de hacerlo y esperase a que no hubiera peligro. Y así, durante días, semanas y meses, la plantita sufrió el ataque de los monos que trataban de parar su crecimiento, doblándola siempre por la mitad. Sólo algunos días conseguía evitar todos los plátanos, pero al día siguiente, algún otro mono acertaba, y todo volvía a empezar.


Hasta que un día no se dobló. Recibió un platanazo, y luego otro, y luego otro más, y con ninguno de ellos llegó a doblarse la joven planta. Y es que había recibido tantos golpes, y se había doblado tantas veces, que estaba llena de duros nudos y cicatrices que la hacían crecer y desarrollarse más fuertemente que el resto de semillas. Así, su fino tronco se fue haciendo más grueso y resistente, hasta superar el impacto de un plátano. Y para entonces, era ya tan fuerte, que los pequeños monos no pudieron tampoco arrancar la plantita con las manos. Y allí continuó, creciendo, creciendo y creciendo.



Y, gracias a la extraordinaria fuerza de su tronco, pudo seguir superando todas las dificultades, hasta convertirse en el más majestuoso árbol de la selva. Mientras, sus compañeras seguían ocultas en en el suelo. Y seguían como siempre, esperando que aquellos terroríficos monos abandonaran el lugar, sin saber que precisamente esos monos eran los únicos capaces de fortalecer sus troncos a base de platanazos, para prepararlos para todos los problemas que encontrarían durante su crecimiento.






Furmiga, el fútbol de las hormigas

Valor Educativo: Deportividad y Tolerancia

Idea y enseñanza principal: los deportes son sólo un juego, al que no se deben llevar ningún tipo de tensiones ni rencores.

Ambientación: el tronco de un gran árbol hueco.

Personajes: Las hormigas


Por aquellos días, el gran árbol hueco estaba rebosante de actividad. Se celebraba el campeonato del mundo de furmiga, el fútbol de las hormigas, y habían llegado hormigas de todos los tipos desde todos los rincones del mundo.

Allí estaban los equipos de las hormigas rojas, las negras, las hormigas aladas, las termitas... e incluso unas extrañas y variopintas hormigas locas; y a cada equipo le seguía fielmente su afición.

Según fueron pasando los partidos, el campeonato ganó en emoción, y las aficiones de los equipos se fueron entregando más y más, hasta que pasó lo que tenía que pasar: en la grada, una hormiga negra llamó "enanas" a unas hormigas rojas, éstas contestaron el insulto con empujones, y en un momento, se armó una gran trifulca de antenas, patas y mandíbulas, que acabó con miles de hormigas en la enfermería y el campeonato suspendido.


Aunque casi siempre había algún problema entre unas hormigas y otras, aquella vez las cosas habían llegado demasiado lejos, así que se organizó una reunión de hormigas sabias. Estas debatieron durante días cómo resolver el problema de una vez para siempre, hasta que finalmente hicieron un comunicado oficial:


"Creemos que el que todas las hormigas de un equipo sean iguales, hace que las demás actúen como si se estuvieran comparando los tipos de hormigas para ver cuál es mejor. Y como sabemos que todas las hormigas son excelentes y no deben compararse, a partir de ahora cada equipo de furmiga estará formado por hormigas de distintos tipos"



Aquella decisión levantó un revuelo formidable, pero rápidamente aparecieron nuevos equipos de hormigas mezcladas, y cada hormiga pudo elegir libremente su equipo favorito. Las tensiones, a pesar de lo emocionante, casi desaparecieron, y todas las hormigas comprendieron que se podía disfrutar del deporte sin tensiones ni discusiones.

Autor.. Pedro Pablo Sacristán




EL TIGRE SIN COLOR




Valor educativo: Libertad

Idea y enseñanza principal: La libertad es la parte fundamental de la vida, lo que le da color, y hay que respetarla siempre.

Ambientación: el campo

Personajes: un tigre y un pintor chiflado.


Había una vez un tigre sin color. Todos sus tonos eran grises, blancos y negros. Tanto, que parecía salido de una de esas películas antiguas. Su falta de color le había hecho tan famoso, que los mejores pintores del mundo entero habían visitado su zoológico tratando de colorearlo, pero ninguno había conseguido nada: todos los colores y pigmentos resbalaban sobre su piel.


Entonces apareció Chiflus, el pintor chiflado. Era un tipo extraño que andaba por todas partes pintando alegremente con su pincel. Mejor dicho, hacía como si pintara, porque nunca mojaba su pincel, y tampoco utilizaba lienzos o papeles; sólo pintaba en el aire, y de ahí decían que estaba chiflado. Por eso les hizo tanta gracia a todos que Chiflus dijera que quería pintar al tigre gris.


Al entrar en la jaula del tigre, el chiflado pintor comenzó a susurrarle a la oreja, al tiempo que movía su seco pincel arriba y abajo sobre el animal. Y sorprendiendo a todos, la piel del tigre comenzó a tomar los colores y tonos más vivos que un tigre pueda tener. Estuvo Chiflus mucho tiempo susurrando al gran animal y retocando todo su pelaje, que resultó bellísimo.


Todos quisieron saber cuál era el secreto de aquel genial pintor. Chiflus explicó cómo su pincel sólo servía para pintar la vida real, que por eso no necesitaba usar colores, y que había podido pintar el tigre con una única frase que susurró a su oido continuamente: "en sólo unos días volverás a ser libre, ya lo verás".


Y viendo la tristeza que causaba al tigre su encierro, y la alegría por su libertad, los responsables del zoo finalmente lo llevaron a la selva y lo liberaron, donde nunca más perdió su color.